El acompañamiento personalizado permite a los padres expresar sus mas intimas inquietudes, dudas y temores con respecto a su proceso de ser padres. 

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El más grande reto que se les presenta al tener a sus hijos por maestros, es retornar a sus historias para sanar sus propias heridas y de esta manera acompañar más ligera y saludablemente a sus hijos en el camino de crecer. 

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Son los miedos, los temores, las dudas, las heridas los hilos invisibles que generan reacciones inesperadas. 

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En este espacio se puede lograr: 

• Encontrar la calma y serenidad para educar sin gritar, golpear, cantaletear

• Sentirse confiados y seguros de ejercer su autoridad como padres cuidando el lugar del niño para que se sienta tranquilo y feliz

• Recordar el niño y la niña que fueron y que necesita renacer para hacer parte del mundo de la infancia de sus propios hijos de manera alegre y en conexión con el corazón

• Sanar y perdonar a los propios padres para dejar de llevar las cargas innecesarias que pesan en el corazón y limitan la expresión de la ternura y el amor